Bienvenido a este blog

Este blog de microfinanzas comenzó a actualizarse el 1 de febrero de 2008 y se cerró el 30 de noviembre de 2015.

lunes, 21 de julio de 2014

Monto máximo da pie al primer modelo teórico de microfinanzas para países desarrollados

Anastasia Cozarenco, coautora del paper premiado, presenta en Lisboa
los resultados salientes de la investigación
(foto: Jorge Ramírez / REM)

(Mundo Microfinanzas) La discusión sobre conveniencia o inconveniencia en la imposición de límites máximos de préstamo a IMFs subsidiadas, en Francia, ha dado pie a nuevos interrogantes para reguladores. Pero más aún, el análisis de esta problemática ha suscitado lo que se considera el primer modelo teórico específico para microfinanzas en países desarrollados.

Así lo ha visto el jurado científico del Premio Europeo de Investigación en Microcrédito 2014, que decidió otorgar este reconocimiento anual a las investigadoras Anastasia Cozarenco, de la Facultad de Economía de la Universidad de Aix-Marsella (AMU), y Ariane Szafarz, de la Universidad Libre de Bruselas (ULB, Centro Emile Bernheim) y del Centro Europeo de Investigación en Microfinanzas (Cermi), autoras del documento Microcredit in Developed Countries: Unexpected Consequences of Loan Ceilings (“Microcrédito en países desarrollados: Consecuencias inesperadas de los límites máximos de préstamos”).

El premio, co-organizado por la Red Europea de Microfinanzas (REM) y la Universidad de La Haya de Ciencias Aplicadas (Thuas), fue entregado el mes pasado en el marco de la conferencia anual de la REM, realizada en Lisboa.

El quid del modelo teorético utilizado en la investigación parte del hecho de que, en la mayoría de los países desarrollados, los reguladores han decidido imponer límites máximos de préstamo a IMFs subsidiadas. Así, microempresarios necesitados de un monto mayor quedan con la opción de un cofinanciamiento, lo que se traduce en obtener el préstamo con tope de la IMF y asegurarse el porcentaje por encima del límite a través de un banco regular. El cofinanciamiento es atractivo para las IMFs porque les permite aprovechar los procesos de selección de los bancos regulares, señalan las autoras. Por lo tanto, los límites máximos pueden tener un efecto perverso al inducir proyectos de cofinanciamiento de largo plazo a expensas de microempresarios que sólo necesitan crédito por debajo del máximo.

Las predicciones del modelo se comprobaron al utilizar el experimento natural (un tipo de estudio empírico-observacional no sujeto al control aleatorio) en una IMF francesa que desde abril de 2009 se somete a límites máximos de préstamo de 10 mil euros. Estimaciones econométricas confirmaron que la imposición de límites máximos puede acarrear consecuencias no deseadas y socialmente dañinas.

La investigación es específica para países desarrollados, donde las IMFs siguen siendo instituciones de nicho, destacan Cozarenco y Szafarz. Esta situación contrasta con el rápido crecimiento que han tenido las microfinanzas en los países en desarrollo, donde las IMFs proporcionan típicamente productos estandarizados, sobre todo préstamos de monto pequeño a un gran número de personas no bancarizadas. En los países desarrollados, donde existe tanto cobertura bancaria como redes de seguridad social, las IMFs apuntan a un número limitado de microempresarios ignorados por la banca comercial. Las IMFs aquí, según las investigadoras, tienen que abordar una falla de mercado y facilitar el autoempleo.

En Europa la mayor parte de las IMFs son beneficiarias de subsidios de gobiernos locales y nacionales. Algunas, además, reciben financiamiento de bancos comerciales en el marco de sus políticas de inversión socialmente responsable. Los subsidios vienen de diferentes formas, directas e indirectas (entre estas últimas se cuentan protección contra riesgo de default, préstamos a tasas preferenciales y servicios de desarrollo de negocios).

El documento remarca la escasez de literatura sobre microfinanzas en países desarrollados. No hay tampoco delimitaciones claras y se producen solapamientos que no se ven en los países en desarrollo. En Europa, por caso, algunas IMFs sirven a clientes que además reciben préstamos de los bancos.

Los bancos ante esta situación se han comportado de un modo ambiguo, de acuerdo con el paper: por un lado algunos han enarbolado la causa de las microfinanzas mediante la creación de IMFs y/o el desarrollo de colaboraciones con IMFs; por otro lado, el sector bancario ha estado pidiendo a los reguladores una mejor delimitación de mercado y una supervisión estricta de las actividades microfinancieras.

Si se les ofreciera la opción, la mayor parte de los microempresarios europeos preferiría el microcrédito antes que tomar crédito de un banco regular. Esto debido a que las IMFs socialmente orientadas y subsidiadas tienen criterios de selección de solicitantes más relajados que los bancos regulares. Las IMFs ofrecen además condiciones de crédito más atractivas y algunas proveen servicios adicionales de acompañamiento empresarial. Por lo tanto, muchos bancos consideran a las IMFs subsidiadas como una amenaza. A pedido del sector bancario, han entrado en vigor nuevas reglamentaciones. Las principales características de los marcos regulatorios existentes conciernen al acceso a datos de burós de crédito, tope de tasas de interés, acceso a mercados financieros y, precisamente, los montos máximos de préstamo.

En este último punto, Francia tiene una de las legislaciones más restrictivas, estipulando que las IMFs tienen prohibido otorgar préstamos por encima de los 10 mil euros (la Unión Europea recomienda 25 mil euros y la Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos lo extiende hasta US$ 50 mil, como para tener una idea en mercados comparables, mencionan las autoras), promoviendo además la colaboración bancos-IMFs. Algunas IMFs no lucrativas del país han sido autorizadas para refinanciar su actividad microcrediticia con préstamos bancarios.

Algunos pros y contras de los límites máximos de préstamos son presentados en la publicación del CGAP Guía para la regulación y supervisión de las microfinanzas. Directrices de Consenso (Robert Peck Christen, Kate Lauer, Timothy Lyman y Richard Rosenberg, 2003, con actualización en 2012, Washington DC). Allí por ejemplo se señala que los límites máximos impiden a quienes impulsan proyectos de cierta envergadura acceder a financiamiento pero a la vez obligan a las IMFs a focalizarse en los clientes pobres, inclinándose así por soluciones intermedias (véase particularmente página 12 del informe del CGAP, donde se ensaya una definición reglamentaria de “microcrédito”). La investigación premiada por la REM discute estos argumentos en conexión con la experiencia francesa en estas imposiciones regulatorias.

La investigación de Cozarenco y Szafarz ha sido llevada a cabo mediante el programa Polos de Atracción Interuniversitaria, financiado por la Política Científica de Bélgica (Belspo).

Artículos relacionados

No hay comentarios:

Publicar un comentario